Golpea los muros.
No se mueven, se estremecen.
No lloran, se ahogan.
La sal es el cemento que circula por su sistema.
No hay aire, luz o final del túnel.
No hay nada, salvo agua y sal.
Con los tobillos pegados se hunden.
Lloran ahora, pero ¿qué importa?
Gotas perdidas en la inmensidad
¿Lloras de verdad si nadie oye tu llanto?
¿Gritas de verdad si no hay nadie para mandarte callar?
Temblorosos, solos, indefensos...
Asustados.
Quizás acabe cuando vuelva a bajar la marea.
Hello darkness, my old friend
I've come to talk with you again